Eco EnlaCES

congreso ecoe3Los días 5, 6 y 7 de octubre, en la ciudad de Rosario, se llevaron a cabo las VIII Jornadas de Economía Ecológica, bajo el lema "La sustentabilidad frente al neoextractivismo y la reprimarización en Latinoamérica. Miradas transdisciplinares y la construcción de alternativas".

En dicho encuentro, el Grupo de Economía Ecológica de esta Facultad, que dirige la Dra. Marcela Bertoni, presentó el trabajo "Una aproximación teórica metodológica para proyectar una ciudad turística sustentable".

Los temas de debate principales, en esta oportunidad, fueron el resultado de discusiones, avances y retrocesos en los temas de ambiente y desarrollo. En tal sentido se destacaron en las mesas de debate y en los trabajos presentados dos temas relevantes: la no mercantilización de la Naturaleza y los principios del buen vivir.

Estos temas se han concretado en instancias sustantivas, que encierran enormes potencialidades para un cambio de rumbo que permita proteger el acervo ecológico latinoamericano, entre la que se destaca las actuales Constituciones de Bolivia y Ecuador, donde se formaliza por primera vez los Derechos de la Naturaleza y, a la vez, se los articula con la original propuesta del Buen Vivir, como alternativa el desarrollo actual.

La no mercantilización de la Naturaleza: del gerenciamiento ambiental a la gestión ambiental participativa

congreso ecoeLa construcción de estrategias en desarrollo sustentable, en la práctica presenta ciertas situaciones regresivas, ya que se observan varios problemas debido a la mercantilización de la Naturaleza. En este sentido, las críticas se asocian algunas a la fuerte reducción de debate político (tal lo plantea Gudynas, 2003). En esa perspectiva, tal reducción está determinada por una postura tecnocrática, donde un grupo de expertos tiene los conocimientos y capacidades para determinar los mejores usos de los ecosistemas. El resultado es que se sobrevalora el conocimiento científico-técnico por sobre los saberes locales y populares.

La otra crítica significativa, en este sentido, es la internalización de los costos ambientales que plantea la economía ambiental, desde los supuestos de la economía neo clásica, como una instancia suficiente para compensar los daños ambientales.

En consecuencia, de estas posturas derivan en conflictos socio ambientales y socio distributivos. De hecho, el no discutir visiones diversas presenta muchas debilidades, debido a que la pretensión de certeza científica a veces deriva en posiciones intransigentes genera conflictos porque no considera los saberes populares, las tradiciones o las valoraciones identitarias. Por otra parte, las externalidades negativas procedentes de la experiencia privatizadora de la naturaleza, generan degradación y deterioro ambiental que afecta no sólo los servicios ecológicos de la naturaleza, sino además las condiciones de calidad de vida de las personas y ciertos sistemas de compesasiones no son suficientes cuando las consecuencias son irreversibles.

Por lo tanto, para superar la visión mercantil de la Naturaleza se debe pasar de gerenciamiento ambiental a una postura, que exige de una política ambiental amplia, capaz de reconocer la diversidad de posiciones sobre el ambiente y que presente oportunidades de un debate público y plural de las estrategias en sustentabilidad. El modo de llevarlo a cabo es a partir una gestión ambiental participativa. Asimismo se hace necesario resignificar la naturaleza considerando a los recursos (ya sea renovables o renovables) como un bien común lo que implica la inalienabilidad del recurso, así como el control social sobre su aprovechamiento y manejo, en tanto patrimonio social, natural y cultural. Por eso, este sentido, tal se manifiesta desde la economía ambiental establecer la asignación y distribución depende de que éstas sean equitativas y la escala sea sustentable.

La asunción de recursos vitales como un bien común conlleva considerarlo como un patrimonio, que debe ser gestionado a partir de los criterios de solidaridad, cooperación mutua, acceso colectivo, equidad, control democrático y sostenibilidad.

El Buen vivir como un nuevo modelo cultural

El discurso del Buen vivir se construyó como un modelo cultural moderno (autónomo y racional) alternativo con una utopía propia que emerge desde América Latina en respuesta a los problemas vitales de la vida colectiva y se está conformando como un modelo cultural. A partir de sus orígenes autóctonos, ha sido traducido en principios normativos que han permeado progresivamente la esfera política, particularmente en Ecuador y Bolivia.
Este modelo se declara abiertamente crítico del modelo cultural dominante y formula unas respuestas específicas para los problemas centrales de la vida colectiva, en particular el problema de la sustentabilidad.

El principal interés que éste suscita radica en su potencial emancipador en la medida en que se conciba como un diálogo con las diversas miradas contemporáneas y se materialice en el eje sólido y compartido de una necesaria transición hacía una sociedad ecológica y socialmente sustentable.

Resulta promisorio entender al Buen Vivir como la inserción de un nuevo horizonte de referencia para la sociedad y se identifica con otros discursos contemporáneos que pretenden transformar las formas de organización social y patrones de producción y consumo con el fin de responder a los imperativos de la sustentabilidad.

En particular desde la perspectiva de la economía ecológica, este modelo cobra relevancia en la medida que propicie la posibilidad de que emerja un nuevo modelo cultural y trans-cultural, que no se asocie unívocamente a un discurso particular, sino que sea en el lugar de encuentro, donde converjan diversas posiciones contra-hegemónicos en la retórica discursiva del desarrollo sostenible.

Los desafíos de la sustentabilidad

En este contexto los desafíos de la sustentabilidad son:

  • Darle centralidad a los bienes comunes, donde la discusión debe girar en torno a la gestión comunitaria de los recursos más que el derecho de propiedad;
  • Repensar la búsqueda de la felicidad como un horizonte creativo y no consumista y
  • Reconocer que “Nuestro futuro común” admite muchos estilos de desarrollo.

Los trece principios para vivir bien o vivir en plenitud

congreso ecoe21-Suma Manq’ aña: Saber comer, saber alimentarse, no es equivalente a llenar el estómago; es importante escoger alimentos sanos, cada luna nueva se ayuna; y en la transición del mara (ciclo solar) se debe ayunar cinco días (dos días antes y dos días después del Willka Ura (día del sol Solsticio de Invierno). En la cosmovisión andina todo vive y necesita alimento, es por eso que a través de las ofrendas damos alimentos también a la Madre Tierra, a las montañas, a los ríos. La Madre Tierra nos da los alimentos que requerimos, por eso debemos comer el alimento de la época, del tiempo, y el alimento del lugar.

2-Suma Umaña: Saber beber. Antes de beber se inicia con la ch’alla, dando de beber a la Pachamama, a los achochillas, a las awichas. Beber, tomar, ch’allar completarse (chuymar montaña, chuymat apsuña, chuymat sartaña jawirjam sarantañataki) entrar al corazón, sacar del corazón y emerger del corazón para fluir y caminar como el rio.

3-Suma Thokoña: Saber danzar, entrar en relación y conexión cosmotelúrica, toda actividad debe realizarse con dimensión espiritual.

4-Suma Ikiña: Saber dormir. Se tiene que dormir dos días, es decir dormir antes de la media noche, para tener las dos energías; la de la noche y la de la mañana del día siguiente, la energía de dos días. En el hemisferio sur se tiene que dormir la cabeza al norte, los pies al sur, en el hemisferio norte la cabeza al sur y los pies al norte.

5-Suma Irnakaña: Saber trabajar. Para el indígena originario el trabajo no es sufrimiento, es alegría, debemos realizar la actividad con pasión, intensamente (Sinti pacha).

6-Suma Lupiña: Saber meditar, entrar en un proceso de introspección. El silencio equilibra y armoniza, por lo tanto el equilibrio se restablece a través del silencio de uno (Amiki) y se conecta al equilibrio y silencio del entorno, el silencio de uno, se conecta con el silencio del entorno (Ch’uju) y como consecuencia de esta interacción y complementación emerge la calma y la tranquilidad.

7-Suma Amuyaña: Saber pensar. Es la reflexión, no sólo desde lo racional sino desde el sentir; uno de los principios aymaras nos dice: jan piq armt’asa chuman thakip saranlañani (sin perder la razón caminemos la senda del corazón).

8-Suma Munaña, Munayasiña: Saber amar y ser amado, el proceso complementario warmi chacha, el respeto a todo lo que existe genera la relación armónica.

9- Suma Ist’ aña: Saber escuchar. En aymara ist’aña no sólo es escuchar con los oídos; es percibir, sentir, escuchar con todo nuestro cuerpo; si todo vive, todo habla también.

10-Suma Aruskipaña: Hablar bien. Antes de hablar hay que sentir y pensar bien, hablar bien significa hablar para construir, para alentar, para aportar, recordemos que todo lo que hablamos se escribe en los corazones de quienes lo escuchan, a veces es difícil borrar el efecto de algunas palabras; es por eso que hay que hablar bien.

11-Suma Samkasiña: Saber soñar. Partimos del principio de que todo empieza desde el sueño, por lo tanto el sueño es el inicio de la realidad. A través del sueño percibimos la vida. Soñar es proyectar la vida.

12-Suma Sarnaqaña: Saber caminar. No existe el cansancio para quien sabe caminar. Debemos estar conscientes de que uno nunca camina solo; caminamos con el viento, caminamos con la Madre Tierra, caminamos con el Padre Sol, caminamos con la Madre Luna, caminamos con los ancestros y con muchos otros seres.

13-Suma Churaña, suma Katukaña: Saber dar y saber recibir. Reconocer que la vida es la conjunción de muchos seres y muchas fuerzas. En la vida todo fluye: recibimos y damos; la interacción de las dos fuerzas genera vida. Hay que saber dar con bendición, saber dar agradeciendo por todo lo que recibimos. Agradecer es saber recibir; recibir el brillo del Padre Sol, la fuerza de la Madre Tierra, fluir como la Madre Agua y todo lo que la vida nos da.

Escrito: Fernando Huanacuni Mamani
Fuente: www.cusihuasi.ning.com

 

Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica

La Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.dia tur web

Fuente: OMT (2017)

La Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en su tercera reunión en septiembre de 1979, decidió instituir el Día Mundial del Turismo a partir del año 1980. La fecha coincide con un hito del turismo mundial: el aniversario de la aprobación de los Estatutos de la OMT (establecidos el 27 de septiembre de 1970). 

El objetivo de festejar este día es fomentar el conocimiento y sensibilizar a la comunidad internacional de la importancia del turismo y sus valores sociales, culturales, políticos y económicos.

La importancia del turismo

Durante los últimos sesenta años, el turismo ha crecido y se ha diversificado de manera constante. Se ha convertido así, en uno de los sectores de mayor importancia y de mayor crecimiento del mundo.

El turismo representa el diez por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, y emplea al diez por ciento de los trabajadores; tiene un poderoso efecto sobre la economía, la sociedad y el medioambiente, tanto en los países receptores como en los emisores. Hoy es el tercer sector de exportación en el mundo, después de los productos químicos y los combustibles.

Además de las repercusiones socioeconómicas, gestionado de manera sostenible, puede contribuir a la conservación del medio ambiente, la apreciación de las culturas y el entendimiento entre los pueblos.

El turismo sostenible como instrumento del desarrollo

La Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.

Por Turismo Sostenible, se entiende aquel que tiene en cuenta los efectos presentes y futuros en la economía, la sociedad y el medio ambiente, para satisfacer las necesidades de los visitantes, del sector, del entorno y de las comunidades anfitrionas.

El turismo sostenible según la OMT debe:

  • Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, manteniendo los procesos ecológicos y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
  • Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservando sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, contribuyendo al entendimiento y la tolerancia intercultural.
  • Asegurar actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes, con beneficios socio-económicos distribuidos, con oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.

Este año la sede, de las celebraciones oficiales del Día Mundial del Turismo, es Qatar. El evento se estructura en torno a dos sesiones: el turismo como motor de crecimiento económico y el turismo y el planeta: comprometidos con un futuro más verde.

El slogan surge en el contexto de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el año 2015 los Gobiernos consensuaron la adopción de la agenda para el desarrollo post-2015, donde se establecieron los ODS que retoman y expanden los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Estos comprenden 17 objetivos y 169 metas, y se constituyen como el marco de la nueva agenda mundial de desarrollo para los próximos quince años.

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Fuente: OMT(2015)

En este sentido, en la reunión se explorará la contribución del turismo a los tres pilares de la sostenibilidad y a cada uno de los ODS. Además, el Año Internacional debería impulsar un cambio en las políticas, en las prácticas empresariales y en el comportamiento de los consumidores, para hacer del turismo un sector más sostenible. Por ello, se pretende promover el papel del turismo en cinco áreas clave:

  • Crecimiento económico inclusivo y sostenible
  • Inclusión social, empleo y reducción de la pobreza
  • Uso eficiente de los recursos, protección ambiental y lucha contra el cambio climático
  • Valores culturales, diversidad y patrimonio
  • Entendimiento mutuo, paz y seguridad

Y si bien, el turismo sostenible está posicionado en la agenda política, es necesaria la incorporación de directrices y prácticas de gestión de desarrollo sostenible en el turismo, de marcos claros de implementación, y de financiación e inversión en tecnología, infraestructura y recursos humanos, para que se concrete adecuadamente en la práctica.

Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica

Aprovechamos el mes de la celebración del día de árbol para hacer la reflexión sobre la importancia de proteger las superficies arboladas y crear conciencia de que los bosques  son imprescindibles para la vida y de los muchos beneficios que prestan a la humanidad.

Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica 

Conservacion de suelosEl 7 de Julio se celebra el día Nacional de la Conservación del Suelo en homenaje a Hugh Bennet, un científico estadounidense comprometido con la temática de la conservación orientada a la productividad de la tierra, concientizando acerca de los beneficios de su manejo adecuado para actividades productivas, evitando su degradación.

Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica

El Día Mundial del Medio Ambiente se estableció por Asamblea General de Naciones Unidas a partir de la Conferencia de Estocolmo que se realizó en 1972 y desde entonces, se celebra el 5 de junio de cada año. Anualmente el Día Mundial del Medio Ambiente se organiza en torno a un tema y el 2017 se centra en la conexión de las personas con la naturaleza.

ocioPor Grupo de Investigación de Economía Ecológica

El ocio representa una vivencia humana, con espíritu lúdico y hedonístico, constituida por un tiempo donde predominan o deberían predominar decisiones u actividades (físicas o mentales) con alto grado de autocondicionamiento y, por ende, donde se reflejan los valores imperantes de una sociedad. Por lo cual, la forma en que se vive el ocio da pistas sobre la sociedad en que vivimos.

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Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica

Durante muchos años, el ambiente costero y más precisamente las playas, vienen sufriendo un uso irracional, descuidando y desaprovechando la gran cantidad de oportunidades que les ofrece. La importancia del recurso playa reside en sus características que lo hacen un sistema tan único como frágil. Por ello es esencial su estudio y comprensión, para diseñar instrumentos de gestión orientados hacia la sostenibilidad.

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Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica

Las ciudades actuales demuestran situaciones que se constituyen en un gran reto para el medio ambiente.

La calidad de vida dentro de las ciudades, demuestra contradicciones y desigualdades. En una misma ciudad pueden existir áreas desarrolladas y bien equipadas en convivencia con zonas de extrema pobreza, sin servicios e infraestructura urbana y en condiciones habitacionales y ambientales precarias. Asimismo, la vida urbana acelera el proceso de cambio climático: las ciudades son responsables del consumo de más del 75% de la energía distribuida y de la producción de un 75-80% de los gases de efecto invernadero.

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Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica

El Estado, la sociedad civil y el mercado (las empresas) son los agentes clave para la consecución del desarrollo sostenible. En este sentido, la idea de Responsabilidad Social Corporativa se basa en que las empresas contribuyan de manera directa a promover el desarrollo sostenible equitativo de las sociedades en las que operan, en cooperación y bajo el control de los gobiernos soberanos y de las organizaciones civiles interesadas.

Por Grupo de Investigación de Economía Ecológica 

12 Marcha ACAGEl pasado 30 de abril se cumplieron 11 años de la primera gran manifestación de los habitantes de Gualeguaychú (Entre Ríos) en contra de la instalación de la fábrica de producción de pasta de celulosa Botnia (hoy UPM) en el margen del Río Uruguay. Aquel día, 40.000 personas se movilizaron cortando el puente internacional General San Martín que conecta Gualeguaychú con la localidad uruguaya de Fray Bentos. 

El 8 de mayo se realizó la 12º Marcha al Puente Internacional General San Martín en donde gran parte de los vecinos de Gualeguaychú continuaron expresando su "no rotundo a la contaminación y a la existencia de la pastera UPM Botnia", bajo el lema “Por nuestra vida, por el planeta, fuera Botnia”.de abril se cumplieron 11 años de la primera gran manifestación de los habitantes de Gualeguaychú (Entre Ríos) en contra de la instalación de la fábrica de producción de pasta de celulosa Botnia (hoy UPM) en el margen del Río Uruguay. Aquel día, 40.000 personas se movilizaron cortando el puente internacional General San Martín que conecta Gualeguaychú con la localidad uruguaya de Fray Bentos.

En el marco de este nuevo aniversario, cabe hacer lugar para una breve memoria del conflicto que originó la instalación de la fábrica y lo que dejó el conflicto tras más de una década.

La política forestal uruguaya y las plantas de celulosa

A finales de la década de 1980, Uruguay puso en marcha una política de desarrollo forestal de largo plazo a través de la sanción de una Ley Forestal que implicaba la implantación de especies para la industria de la celulosa y del aserradero. A través de subsidios y otros beneficios impositivos se impulsó con éxito el desarrollo de plantaciones de pinos y eucaliptos y, casi dos décadas después, comenzaron a conocerse los proyectos de construcción de fábricas de pasta de celulosa (el material más utilizado para la fabricación de papel, hecho a base de madera).
En 2002, se conoció públicamente la intención del gobierno uruguayo de Jorge Batlle de permitir la instalación de una planta de celulosa en Fray Bentos (departamento de Río Negro), en las márgenes del río Uruguay.
En 2003 se autorizó la instalación de una planta de celulosa a cargo del grupo ENCE (Empresa Nacional de Celulosa España), y, paralelamente, avanzaron las negociaciones para la construcción de una segunda fábrica, ubicada a pocos kilómetros de la anterior, a cargo de la empresa finlandesa Botnia.
En febrero de 2005, poco tiempo antes de finalizar su mandato, el gobierno de Batlle autorizó a la empresa a avanzar con el proyecto.
Botnia-UPM, comprendía una planta de fabricación de pasta celulosa de 1 millón de toneladas anuales, una fábrica de productos químicos y un puerto de barcazas para la salida de la producción. La inversión total sería de unos 1.100 millones de dólares, lo que significaría, en aquel momento, la mayor inversión privada realizada en Uruguay
En cuanto a la mano de obra, la empresa preveía la creación de 4000 puestos de trabajo directos durante el período de la construcción y 300 puestos en la fase de operación, así como unos 8000 empleos indirectos.
En marzo de 2005 tuvo lugar un cambio de gobierno en Uruguay, resultando ganador el Frente Amplio. Los indicios de oposición al proyecto de las plantas que este partido había adoptado en los comienzos se disolvieron rápidamente. Desde su asunción, el gobierno de Tabaré Vázquez apoyó firmemente la instalación de las plantas, principalmente por dos motivos: en el plano nacional, éstas permitirían dar proyección y continuidad a la política forestal iniciada en los años ochenta, en tanto que, en el plano local, estimularían la reactivación del mercado de trabajo en una región del interior uruguayo castigada por una economía en recesión y con altos índices de desocupación (Alvarado, 2007).

Botnia

La oposición a las plantas de celulosa

La reacción del incipiente movimiento ambientalista de Gualeguaychú ante el anuncio de la segunda planta no tardó en llegar: en abril de 2005 organizaron la primera gran manifestación en contra de la instalación de las fábricas: 40.000 personas se movilizaron para manifestar su descontento, tomando el puente internacional General San Martín que conecta Gualeguaychú con Fray Bentos, y, en mayo, se constituyó formalmente la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú (ACAG).
De allí en más, la ACAG utilizaría recurrentemente los cortes del puente internacional General San Martín como instrumento principal para expresar sus demandas con una consigna convocante: “Sí a la vida. No a las papeleras”, expresando así su firme y constante oposición a la construcción de las fábricas de celulosa por lo que se consideraba que sería una segura contaminación del río Uruguay.
Si bien en una primera instancia el gobierno argentino intentó buscar soluciones conjuntas al conflicto, a mediados de 2005 las autoridades nacionales comenzaron a cambiar su postura apoyando a la asamblea ambientalista y considerando incluso al problema como una cuestión nacional. A partir de 2006 los cortes de ruta, apoyados explícitamente por el gobierno argentino, cambiaron de naturaleza al convertirse en un bloqueo permanente.
Del lado uruguayo, la oposición política estuvo dada por pequeños partidos de izquierda escindidos del Frente Amplio con fuertes vínculos con las organizaciones ambientalistas, pero su prédica no tuvo ninguna repercusión. De hecho, la mayoría de los partidos de la oposición apoyaban el proyecto desde su inicio, al igual que las cámaras empresariales y los sindicatos del país.

Intervención de organismos internacionales y cambios institucionales

Durante 2006 y 2007, el conflicto alcanzó su momento más álgido tras el despliegue de distintas acciones por parte de los gobiernos y la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú.
En 2006 la Asamblea consiguió que ENCE decidiera retirarse de Fray Bentos y relocalizara su inversión
En el ámbito internacional, el gobierno argentino consiguió retrasar los préstamos de los organismos internacionales de crédito para financiar la obra y logró que el Banco Mundial solicitara mejoras técnicas para el estudio de impacto ambiental. Las distintas acciones emprendidas por el gobierno argentino incluyeron la presentación de una medida cautelar ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en 2006 con la condición de que la Asamblea levantara los cortes de ruta. Sin embargo la presentación tuvo un resultado desfavorable para la postura argentina, retornando los cortes en el puente San Martín, pero también en otras localidades fronterizas de Entre Ríos. Mientras tanto, el gobierno argentino jerarquizaba el área de ambiente pasando de la categoría de Dirección a Secretaría de Estado.
El gobierno uruguayo también jugó sus cartas y presentó una medida cautelar ante la CIJ por los bloqueos de los pasos fronterizos, aunque sin éxito.
La decisión de La Haya respecto de la presentación uruguaya fue considerada un aliento para el movimiento ambientalista para continuar bloqueando los puentes internacionales. Para intentar evitar los bloqueos, los gobiernos acordaron la facilitación del rey español como mediador en el conflicto, aunque, nuevamente, con poco éxito.
El diferendo evidenció su insólito alcance cuando Tabaré Vázquez decidió por decreto encomendar al ejército uruguayo la custodia de las instalaciones de Botnia.

La posición de la Asamblea

La ACAG mantuvo la tenacidad en su discurso y sostuvo su capacidad de movilización a lo largo del conflicto. Sus miembros sostenían que, si bien apoyaban el diálogo, la única posibilidad era que las papeleras salieran de la cuenca del río Uruguay, sin aceptar acuerdos sobre cambios de tecnología o aumento de monitoreos. Según la ACAG, ningún punto intermedio era válido, porque más o menos contaminación no era el eje de las negociaciones para la gente de Gualeguaychú. “Botnia es ilegal y no tiene ni tendrá la licencia social de estos pueblos" afirmaban en el comunicado de la Tercera Marcha al Puente Internacional General San Martín.

La "salida" del conflicto

Botnia comenzaría a producir pasta celulosa en septiembre de 2007 y Uruguay cerraría temporalmente el puente Fray Bentos-Gualeguaychú, para evitar eventuales manifestaciones de argentinos frente a la planta.
Al poco tiempo se conocería el primer informe independiente elaborado por Green Corss que afirmaba que la planta no contaminaba, aunque los vecinos de Gualeguaychú replicaban que la planta funcionaba al mínimo de su capacidad.
Sobre la demanda argentina, la Corte Internacional de Justicia dictó fallo en 2010, resolviendo que Uruguay había violado sus obligaciones procesales establecidas por el Estatuto del Río Uruguay de notificar e informar de buena fe pero, si bien Argentina pudo demostrar que algunos parámetros de contaminación de las aguas del río se habían elevado desde la puesta en marcha de la pastera, falló en probar que la planta de celulosa era la causante y no otros factores ajenos a ella, por lo que la Corte entendió que Uruguay no había violado sus obligaciones para evitar la contaminación ambiental, por lo que consideró que resultaba desproporcionado ordenar el cierre de la planta de Botnia-UPM, pero instruyó a ambos países a realizar un monitoreo en conjunto del río, a través de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y aplicando el Estatuto del Río Uruguay. El acuerdo entre ambos países para conformar un Comité Científico en el seno de la CARU fue firmado ese mismo año.
El conflicto fue entrando en una fase de estancamiento durante los años siguientes, aunque con cortes esporádicos que fueron perdiendo cierta legitimidad debido a las incomodidades que generaban para la circulación (al menos el gobierno argentino ya no era tan condescendiente respecto de los cortes).
En 2013 se reavivó el diferendo tras la decisión del gobierno uruguayo de autorizar el aumento de los cupos de producción de Botnia-UPM, y la amenaza del gobierno argentino de recurrir nuevamente a la CIJ. Finalmente el gobierno uruguayo autorizó el aumento de la producción en 2014 aunque no hubo respuestas al otro lado del río.

La Asamblea y el gobierno actual

Si bien las marchas ya no tienen un lugar central en las noticias nacionales, el pasado 8 de mayo, miles de vecinos de Gualeguaychú reclamaron nuevamente por el cierre de UMP-Botnia en el Puente Internacional General San Martín. Lo manifestaron mediante una proclama y con miles de banderas y remeras con la leyenda “No a las papeleras”. La Asamblea aún mantiene un fuerte apoyo por parte de los gobiernos provincial y municipal. De hecho, la última movilización fue declarada de interés por la legislatura provincial y la Secretaría de Ambiente entrerriana.
El actual ministro de Ambiente, Sergio Bergman, es asiduo concurrente a las marchas de la Asamblea y hasta se había definido como "un asambleísta más". Sin embargo, decidió no participar de la última movilización (la primera desde que es funcionario) aunque viajó unos días más tarde a Gualeguaychú y se expresó sobre el tema. Al respecto afirmó que el gobierno actual no tiene como aspiración que Uruguay desmantele la pastera UPM-Botnia, sino que el vecino país se avenga a cumplir lo que determinó el Fallo de La Haya, sosteniendo que es necesario avanzar en el monitoreo para demostrar si existe o no la contaminación.

Algunos comentarios

A pesar de su disipación mediática, el conflicto por el funcionamiento de Botnia-UPM a orillas del Río Uruguay permanece latente a más de una década de iniciado el diferendo. Pareciera imposible una solución efectiva que conforme a todas las partes involucradas por tratarse de posiciones prácticamente irreconciliables.
Lo cierto es que este tipo de conflictos asociados a la creciente reivindicación de los derechos territoriales, la justicia ambiental y social son cada vez más frecuentes. En este contexto cabe reflexionar una y otra vez sobre el tipo de desarrollo que queremos para nuestras sociedades, qué estamos dispuestos a sacrificar y qué cuestiones son innegociables para nosotros y para las próximas generaciones.