WhatsApp Image 2021 03 25 at 1.32.13 PMAl asumir la responsabilidad de escribir estas líneas en ocasión del reciente fallecimiento del Arq. Juan Carlos Mantero, quiero en primer lugar expresar mis condolencias a su familia y acompañar las manifestaciones de pesar y reconocimiento ya volcadas por otros colegas tras su partida.

Debo decir que esta tarea no me resulta fácil, en tanto me pregunto qué puedo agregar a lo que ya han señalado otros colegas desde los diversos ámbitos institucionales en los que se desempeñó y a los cuales contribuyó con sus aportes. Menos aún me es posible aquí reseñar su larga y fructífera labor en torno al turismo, al que aportó desde diversos roles a lo largo de su carrera profesional.

Lo anterior me lleva a pensar que la mejor forma de conmemorar al colega es a través de recuperar tareas, encuentros e intercambios que he tenido el placer y el honor de compartir con Juan Carlos Mantero, a lo largo de casi dos décadas, en torno a nuestras tareas de investigación y docencia en torno al turismo.

Conocí personalmente a Juan Carlos Mantero en ocasión de las V Jornadas de Investigación-Acción cuya organización estuvo a su cargo, en Mar del Plata, en 2002. Allí pude corroborar lo que ya había percibido a través de la lectura previa de algunos de sus textos, como ser la riqueza de sus aportes, la rigurosidad de sus argumentos y fundamentaciones, la predisposición a la crítica entendida como contribución y, por encima de todo, la gentileza y el don de gente en los intercambios y en el trato con los demás. Pude ver, asimismo, su gran capacidad de convocatoria y el reconocimiento implícito en ella; durante los ricos intercambios en las pausas y cafés de las Jornadas, Juan Carlos conversaba con todos, aportando anécdotas y reflexiones en cada presentación, predisponiendo al trabajo cooperativo y constructivo.

Desde aquel momento, las oportunidades de trabajo e intercambio se mantuvieron a lo largo del tiempo. Pude conocer las actividades del Centro de Investigaciones Turísticas y a sus integrantes; allí pude observar cómo los objetivos de producir conocimiento en el marco de proyectos acreditados bajo su dirección, se amalgamaban con los de formación en investigación, dando lugar a sucesivas defensas exitosas de tesis de maestría y doctorado que, como hoy es evidente, han sido fundamentales para consolidar el campo de estudios turísticos en el sistema de investigación y ciencia nacional.

Sus investigaciones tuvieron un rol destacado tanto por los resultados obtenidos como por las enseñanzas metodológicas que aportaron; abordaron al turismo poniendo al territorio en un rol central, y a la provincia de Buenos Aires como ámbito privilegiado de interés. Evitando reiterar aquí sus aportes al conocimiento dado que están expuestos en las publicaciones de su autoría (individual y colectiva con miembros de su equipo), me interesa destacar aquí dos cuestiones. Una de ellas remite a la constante preocupación por proveer aportes y reflexiones propositivos, útiles para orientar y enriquecer la intervención; en síntesis: el saber producido puesto al servicio del desarrollo turístico. Al mismo tiempo, y esta es la segunda cuestión que quiero destacar, este desarrollo turístico no es pensado sólo como crecimiento de las actividades o como formulación de nuevos proyectos o productos; por el contrario, Juan Carlos Mantero propone una concepción amplia y multifacética del desarrollo turístico, al que estos conocimientos y propuestas objetivan contribuir. Esto refleja una consideración del turismo como fenómeno abarcativo, que tiene en cuenta no sólo su potencial para incentivar las actividades económicas o el empleo, sino también a los turistas como sujetos sociales y como individuos con derecho al disfrute de su tiempo libre a través del turismo. El territorio juega aquí un rol no sólo como lugar del acontecer o portador de vocación turística, sino como parte sustantiva de lo social en sentido amplio, ámbito donde la práctica turística se imbrica con la vida cotidiana de sus habitantes y visitantes. Entiendo que sus aportes en favor del desarrollo turístico, en último término, se orientan a impulsar la inclusión social y territorial a través del turismo, articulada con una profunda consideración de los individuos, sus deseos y sus necesidades, cuyas capacidades se espera potenciar. El título del libro “Turismo y territorio. Desarrollo turístico: del diagnóstico a la proposición. A propósito de la provincia de Buenos Aires” publicado en 2010 por la Universidad Nacional de Mar del Plata, creo que expresa de manera sintética y feliz estas características de sus aportes al conocimiento.

Asegurar la difusión de reflexiones, debates y saberes en torno al turismo ha sido una preocupación permanente de Juan Carlos Mantero, que se ha materializado en la dirección editorial de la revista Aportes y Transferencias, revista que desde su número inicial en 1997 ha logrado mantener su continuidad hasta el presente. Cubriendo la imperiosa necesidad de contar con medios de difusión académica sobre el turismo, la revista se sumó a otras pocas disponibles para conformar un grupo de publicaciones que vienen jugando un papel fundamental en la consolidación del campo disciplinar, acogiendo entre sus autores no sólo a referentes del tema sino también a jóvenes investigadores cuya producción viene incrementándose en cantidad y calidad.

El diseño y puesta en marcha de la Maestría en Desarrollo Turístico Sustentable ha sido también un ámbito en el que pude compartir con Juan Carlos no sólo ricas conversaciones sobre el diseño, los alcances y las expectativas puestas en este proyecto, como también ser parte de su cuerpo docente. Sin dudas la Maestría (al igual que la revista Aportes y Transferencias) ha sido un proyecto fundamental en la consolidación del campo disciplinar del Turismo, brindando una instancia de formación a nivel de postgrado inexistente en el momento de su iniciación (2005). En ella se conjugaron objetivos de formación académica, orientados fuertemente a la producción de conocimientos en la temática, con otros que lo están más con la intervención y la práctica profesional, sean éstas en el campo privado como en las agencias sectoriales del Estado.

Me atrevo a decir que la Maestría ha sido un hito en la consolidación del campo disciplinar en turismo. Al incluir en su diseño curricular no sólo instancias de formación instrumental (dominantes hasta ese momento) sino también contenidos conceptuales y contextuales que no sólo fundamentan estos saberes sino que permiten “abrir” el análisis del turismo para comprender sus funciones sociales y culturales (y la forma en que estas sostienen las modalidades de la práctica), ha contribuido a formar un perfil de egresados activos y creativos a la hora del ejercicio de sus funciones. Propender al desarrollo sustentable del turismo se ha convertido, de este modo, en una consigna que se plasma en contribuciones no sólo al desarrollo de las actividades económicas relacionadas con el turismo, sino a pensar e implementar propuestas turísticas que consideran dimensiones relevantes tales como el rol del ocio en nuestras sociedades, el vínculo entre conocimiento y viajes, o la satisfacción de necesidades sociales en sentido amplio. No cabe menos que reconocer, por último, las evidencias acerca de que los numerosos egresados de la Maestría contribuyen a difundir y consolidar esta forma de pensar el turismo y de actuar en él, a través de sus diversas prácticas laborales y profesionales.

Juan Carlos Mantero contribuyó a la creación de la Academia Argentina de Turismo en 2013, dando con esto nueva muestra de la importancia que asignó al desarrollo de instituciones como ámbitos indispensables para poner el debido destaque al turismo entre nosotros, y a facilitar las vinculaciones con colegas e instituciones de otros países.

Para concluir, debo pedir disculpas si este texto está fuertemente amarrado a las experiencias y tiempos que he compartido con Juan Carlos Mantero. Sin dudas esto hace que el mismo sea parcial e incompleto, pero no tengo dudas de que contribuye a sostener mi valoración de Juan Carlos como un auténtico Maestro. Lo ha sido para mí y no tengo dudas de que muchos otros colegas comparten esta valoración.

Rodolfo Bertoncello
Profesor titular UBA. Investigador CONICET
Miembro de la Academia Argentina de Turismo

Reproducción del texto publicado en la revista Aportes y Transferencias (2020), 18(2), 7-9. Recuperado de Nulan click aquí