Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra. (Charles Chaplin)
El contador Germain fue un tipo simple, fresco, llano. Una metáfora perfecta del tiempo en el que le tocó dirigir los destinos de nuestra querida facultad.
Salíamos de la dictadura, muchos no estaban, otros volvían y una inmensa cantidad de jóvenes nos sumábamos con la ilusión y el compromiso de construir desde las aulas universitarias un lugar mejor para vivir. Era una tarea que a lo largo y a lo ancho del país nos queríamos dar.
Comenzaba la etapa de normalización de nuestra universidad. Reconstituíamos el Centro de Estudiantes, se asomaba una fervorosa y edificante participación. Lo propio ocurría en el campo docente y en el resto de los cuerpos que hacen a la Facultad. Allí estaba Juan Carlos, uno más, asumiendo el compromiso que la democracia exigía a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Se llevó adelante la primer sesión del Consejo Académico, allí estaba Juan Carlos con su generosa sonrisa.
Se dice que la sonrisa es uno de los gestos más característicos de las personas, por su capacidad de identificar en ellas rasgos definitorios de la personalidad. La alegría y el orgullo son manifestaciones de la felicidad, aquel sentimiento máximo que puede representarse a través de una sonrisa.
Un colega atento, amable presidiendo el órgano de cogobierno. Nos entusiasmaba, controvertía, escuchaba, participábamos y se decidía.
Durante su gestión se realizan por primera vez los llamados a concursos docentes que posibilitaron la designación de profesores ordinarios. Se da estructura a la Facultad con las secretarías Académica, de Extensión, de Coordinación y de Investigación y Posgrado.
Nunca lo movió ni la oratoria ni los grandes discursos, él sabía que en el diálogo y el consenso se avanzaba. Jamás perdió la sonrisa, la que generaba confianza.
Un tema musical dice que La sonrisa de Gardel ilumina la ciudad, no tengo dudas que la de Juan Carlos va iluminar nuestra nuestra querida Facultad.
La que ha crecido y mucho en estos casi 40 años de recuperación democrática.
En tiempos de tanta estridencia e intolerancia su figura se acrecienta. Una personalidad que supo estar a la altura de su tiempo. La receta muy sencilla: humildad, transparencia, generosidad, decisión y comprensión. ¡Ah!, por si olvidaba, todo ello con una con cálida y franca sonrisa.
CP Mónica Mabel Biasone
Profesora Titular Contabilidad I
Directora EGAP
Ex Decana FCEyS